03-10-2016
Uno de los problemas que podemos encontrarnos tras la pérdida de un ser querido es el desconocimiento de qué hacer con las pertenencias del fallecido. No siempre es fácil tratar con las emociones que emanan los objetos personales de una persona querida que ya no está.
No es necesario tratar este tema con prisas, hay que pensar si es bueno conservar un recuerdo, o por el contrario va a producir dolor cada vez que se vea. Tampoco es aconsejable mantener intactas las pertenencias y la habitación del fallecido, este proceso se le conoce como "momificación".
El acto de retirar los objetos personales del fallecido es un proceso muy delicado y depende mucho de la persona cuando se está preparado para realizarlo.
Dependiendo del tipo de pertenencia se aconseja dar un trato u otro, dependiendo de la carga emocional que desprenden.
Ropa y objetos de cama no es aconsejable mantenerlos, son elementos con una gran carga emocional, puesto que son pertenecías que el fallecido usaba de manera habitual. Las fotografías son buenas mantenerlas, pero no exponerlas, no es recomendable hacer un altar, esto solo nos causará más dolor, una fotografía es más que suficiente para recordar a un ser querido. Otros objetos personales como joyas y figuras es bueno mantenerlas, pues son objetos con una carga emocional moderada que nos recordarán al ser querido sin ser doloroso.
Uno de los mejores consejos que podemos daros es que las pertenencias las compartáis con todos los seres queridos que tenía el fallecido, seleccionando los objetos más indicados para cada persona, eso os hará sentir mejor a ti y a los demás.
Recordar a un ser querido fallecido tiene que ser bonito, no doloroso.