21-09-2017
Las cremaciones de los cuerpos cada vez son mas frecuentes, no solo por el menor coste que tiene para la familia frente al entierro tradicional, también ofrecen mayores posibilidades para velar al familiar fallecido dado que la urna al ocupar poco espacio pude ser guardada por algún familiar cercano en su propia casa.
Desde hace años se he notado el aumento de las cremaciones en todo el territorio nacional pero estas son realizadas en unos hornos que expulsan gases contaminantes que favorecen al efecto invernadero, mientras no se ponen en marcha medidas más ecológicas como la desintegración, la cual permite obtener los restos del difunto tras ser congelado en nitrógeno líquido, los hornos actuales deben cumplir con unas características y mantenimiento muy severo y así minimizar su impacto.
Uno de los puntos más necesarios a revisar en los hornos crematorios es la temperatura a la cual se encuentras los gases de salida los cuales deben superar los 850ºC para así incinerar los gases como el ácido clorhídrico y los compuestos orgánicos volátiles para así convertirlos en inocuos y no perjudiciales para el medio ambiente y para la salud de las personas que puedan estar en la cercanía inhalando los mismos.
Tras unas mediciones realizadas en el tanatorio municipal de valencia se detectaron que los gases de las chimeneas de los hornos uno y dos no superaban los 600ºC y por ello el ayuntamiento tras recibir el informe ha anunciado la decisión de sancionar a la empresa adjudicataria de la gestión de este tanatorio alegando que es responsabilidad de la misma mantener en buen estado la infraestructura perteneciente al municipio.
La protección del medio ambiente es necesaria para proteger nuestra naturaleza y evitar las numerosas enfermedades derivadas de la contaminación y es deber de todos colaborar tanto empresas como las personas a nivel particular para frenar el imparable cambio climático que estamos notando ya en nuestra generación.