05-10-2017
El día 19 de septiembre se produjo en México un terremoto de magnitud 7,1 que sacudió el centro del país produciéndose a pocos kilómetros de la capital y en el cual ya han confirmado 363 fallecidos hasta el momento a la espera de que la cifra continúe ascendiendo debido al gran numero de desaparecidos.
Debido a estas catástrofes muchos cuerpos pueden aparecer en estados irreconocibles tanto por el tiempo que ha pasado desde su fallecimiento hasta la localización del cadáver o debido a los escombros producidos por los derrumbamientos.
Cuando un cuerpo no puede ser identificado visualmente y en su vestimenta no posee ningún tipo de identificación estatal es numerado y guardado en una nevera tras haberlo fotografiado e identificado los máximos detalles que puedan facilitar su identificación como tatuajes.
El cuerpo queda guardado y conservado hasta que lleguen familiares en busca de personas desaparecidas las cuales son interrogadas y se les pide una descripción detallada del posible fallecido e incluso se les pregunta si conocen alguna rotura de hueso que el fallecido hubiera podido tener anterior mente para contrastarlo mediante radiografías del cuerpo.
Si los datos de la familia no son suficientes debido a similitudes en los cuerpos que se encuentren en el instituto forense se le toma una muestra de ADN a los familiares directos para poder ser comparada con el cuerpo siendo esta la prueba de mayor fiabilidad para poder identificar finalmente al fallecido.
Tras las múltiples pruebas científicas que se realizan para vincular a los familiares del fallecido se le permite si así lo desean entrar dentro del instituto y poder identificarlo visualmente siendo esto una imagen dura para los familiares.
Desde funeraria de guardia animamos a la pronta recuperación de los heridos del terremoto y mandamos todo nuestro apoyo a las personas que han sufrido la perdida de un ser querido deseando una reconstrucción del país para que continúe creciendo como un referente en América.
