17-09-2015
Las obras que se realizan para la ampliación o
mejora de los cementerios españoles, entrañan, -como en todo tipo de trabajos del ámbito de la construcción-, numerosos riesgos. En algunas ocasiones, los trabajadores pueden sufrir accidentes que les provocan heridas y, en el peor de los casos, incluso la muerte.
Un ejemplo lo tuvimos hace cuatro años en el
cementerio de municipal de Cobos de Segovia, donde una trabajadora resultó herida tras caer a una fosa del camposanto cuando ejecutaba labores de limpieza en dichas instalaciones.
La mujer, se encontraba fumigando malas hierbas cuando cayó a una fosa que se encontraba vacía y sufrió heridas graves. El suceso trajo consigo una denuncia de la trabajadora contra el Ayuntamiento de Cobos de Segovia, al cual le reclamó una cuantiosa indemnización.
Pero, desgraciadamente, en otras ocasiones los accidentes no se quedaron en heridos, sino que
provocaron la muerte de algunos operarios, por ejemplo, en los cementerios de Santiso (A Coruña) o Driebes (Guadalajara).
El primer accidente ocurrió el pasado mes de febrero, cuando un trabajador que realizaba obras en el camposanto de Santiso quedó atrapado entre una pala y una pared del
cementerio, lo cual les provocó heridas que fueron mortales.
En el segundo de los casos, -ocurrido el pasado mes de agosto-, la mala suerte sorprendió a un joven de 28 años de edad y trabajador de una empresa que obraba en un cementerio situado en el Ayuntamiento de Driebes (Guadalajara) que
perdió la vida tras caerle una lápida cuando se encontraba trabajando con un camión pluma para retirar un árbol en mal estado en esta necrópolis.
Los hechos se produjeron en el momento en que, junto con otro empleado de la misma empresa,
el joven fallecido había cortado el árbol y se disponía a retirarlo con el camión.
En ése momento, el árbol chocó contra una de las
lápidas del cementerio, se desplazó y posteriormente, le golpeó fuertemente en la cabeza, provocando su fallecimiento.
El joven, de nacionalidad rumana, perdió la vida prácticamente en el momento en que se produjo el accidente laboral, ya que la lapida desplazada era una de las más pesadas de este cementerio y el médico del servicio de Emergencias que se desplazó al lugar de los hechos sólo pudo
certificar su muerte.