14-10-2015
La necrópolis romana de Tribisburu, situada en el monte Sollube (Vizcaya), abrirá sus puertas al público, con toda probabilidad, en verano de 2016. Situada a un 500 metros de altitud, se trata de una necrópolis datada entre los siglos I y III d. C que estaba dedicada a la
incineración de los difuntos.
El descubrimiento de este yacimiento arqueológico se produjo en el año 1994 y casi una década después el servicio de Patrimonio Cultural de la Diputación de Vizcaya decidió incluirlo entre sus proyectos de investigación e iniciar los trabajos de excavación.
El arqueólogo Juan José Cepeda dirigió los trabajos de investigación en este yacimiento, que han logrado recuperar buena parte de los
monumentos funerarios hallados en esta necrópolis (más de una decena), convirtiéndola así en única en Vizcaya.
En este sentido, durante estos años de trabajo, los expertos localizaron una decena de estructuras construidas con arenisca en las que
se hallaron cenizas y efectos personales de aquéllos
difuntos que habían sido incinerados en esta localización.
En aquella época los ritos funerarios de Tribisburu tenían gran importancia dentro de la cultura romana. Así, los muertos eran colocados en pequeñas celdas con forma cuadrada para
proceder a su incineración junto a sus efectos personales y las ofrendas de sus familiares y seres queridos. Entre los hallazgos se ha podido catalogar vestimenta de la época, calzado, armas e incluso objetos cotidianos como vasijas o utensilios de cocina.
Los restos localizados por el equipo de investigadores no cuentan con un buen estado de conversación, no sólo porque
los cuerpos fueron incinerados, sino porque la altitud en la que se encuentra situada la necrópolis hace que la misma tenga humedad.
Ahora, -una vez finalizados los trabajos de recuperación de la necrópolis-, la Diputación de Vizcaya será la encargada de proceder a la señalización de de este tesoro arqueológico e integrarlo en la rutas arqueológicas que ya se pueden visitar en la zona.
De este modo, se prevé que la necrópolis romana de Tribisburu, -única por sus características-, abra al público en verano del próximo año y que los visitantes puedan participar en visitas guiadas en las que se adentrarán en los
ritos funerarios que los romanos protagonizaron entre los siglos I y III después de Cristo.